top of page
Buscar

El juicio

¿Quién eres tú para juzgarme?

¿Quién eres tú para pretender saber lo que es bueno o malo, correcto o incorrecto, sin conocer la verdad interior de mis intenciones, sin percibir la luz escondida en mi alma y la sinceridad de mi corazón?


¿Quién eres tú para dictar mi camino?

¿Decirme lo que debo hacer, lo que debo lograr, como si mi camino pudiera ser trazado por alguien distinto a mí?


¿Quién eres tú para elegir mis retos?

¿Para mostrarme qué montaña escalar, qué arroyo cruzar, qué dirección seguir cuando sólo mi ser más íntimo conoce el llamado de mi horizonte?


¿Quién eres tú para decirme quién soy?

No eres nadie No más de lo que soy alguien a los ojos del mundo. Pero en el fondo, soy todo .


En lo más profundo de mí, soy una oleada de generosidad, de bondad. Yo soy la luz del Amor , la que ilumina hasta los rincones más oscuros. Soy la libertad completa, la esencia de la existencia misma. Yo soy la vida, esa fuerza vibrante que ríe, que conecta, que se atreve y que sobrevive.


En mi corazón estoy lleno de un amor profundo, un amor universal , el creado por el Universo. El Universo moldea el Amor como moldea la naturaleza: las plantas que curan, las que decoran, las que deslumbran o las que arañan. Y, sin embargo, ¿quién puede juzgar su papel? ¿Quién puede decir cuál es más importante, cuál merece estar más ahí?


¿Quién juzga el bien o el mal? ¿Quién determina el valor de cada elemento de esta Tierra? Cada ser, cada cosa tiene su lugar, su papel único, su razón de ser. Cada uno es una chispa destinada a surgir, a brillar, a existir plenamente.


El hombre vive al ritmo del Amor. Se ríe ante el sonido de las palabras sinceras, vibra ante las notas que tocan su corazón.

Y tú, tú que juzgas, ¿por qué vibras?

Porque más allá de nuestras diferencias, más allá de las apariencias, todos estamos hechos del mismo tejido: el del Amor, el de la luz, el de la vida que se busca y se encuentra, en una danza infinita con el Universo.


Angelical



Una figura humana semitransparente con un corazón brillante en el centro, irradiando luz dorada y rosa. El corazón, atravesado con patrones fracturados en proceso de reparación, simboliza el amor, la curación y la autoaceptación. El fondo etéreo y cósmico evoca introspección y transformación interior.

Comments


Angélique CHAPUIS - CASERO
Teléfono de contacto: 520 064 437 00053
Teléfono: +33658156067
Correo electrónico: angelique@caseor.com
© 2019 Todos los derechos reservados

bottom of page