De Gerente de Nóminas a Sanador, un Giro de 360 Grados...

Artículo de 2019

Siempre quise trabajar en y con la gente.

Fue en este estado de ánimo que comencé a estudiar administración.

Posteriormente, adquirí experiencia en recursos humanos: selección, formación, puestos generalistas, etc. Sin embargo, mis experiencias profesionales estaban lejos de ser convincentes en cuanto al lugar del ser humano en la empresa. Fue entonces cuando decidí especializarme en un campo más técnico: la nómina.

Siendo de “alto potencial”, alimenté mi sed de aprendizaje en este sector complejo, que combina cifras, derecho y gestión de clientes. Rápidamente ascendí de rango y asumí importantes responsabilidades. Pero a pesar de estos éxitos, constantemente me sentía como si estuviera nadando contra la corriente. Me di cuenta de que mi trabajo iba en contra de mis valores más profundos, lo que me llevó directo al agotamiento en 2015.

Este agotamiento, que duró un año, hizo que mi mundo se derrumbara. Mi existencia parecía desmoronarse bajo mis pies. ¿Quién soy yo? ¿Para qué estoy destinado? ¿Por qué la tierra es redonda? Estas preguntas, que me hacía desde la infancia sin encontrar nunca respuesta, crearon un inmenso vacío dentro de mí.

Fue entonces cuando me volví hacia la espiritualidad. Descubrí, o más bien redescubrí, el mundo de lo invisible, un universo con el que ya había tropezado siendo niño sin ser consciente de ello. Este viaje me llevó a explorar dimensiones profundas del ser y a comprender el impacto del karma en mi vida y en la de los demás. Aprendí a acoger y sanar mis miedos conectándome con mis dones: hipersensibilidad, empatía profunda, clariaudiencia, clarividencia, intuición… Esta combinación única representa lo que se llama el don de la curación.

Esta exploración me permitió comprender cómo el karma puede influir en nuestras relaciones, nuestras elecciones y nuestra evolución personal. En mis prácticas de lectura y sanación del alma, he aprendido a descifrar patrones kármicos, esas huellas que condicionan nuestra vida y que tenemos el poder de transformar.

Al mismo tiempo, seguí trabajando. Pero este trabajo, que me alimentaba económicamente, no alimentaba mi alma. En 2018 me sobrevino un segundo agotamiento.

Esta vez, la vida me ofreció un encuentro extraordinario: una evaluación de habilidades. Durante tres meses me enfrenté a mis límites, me saqué de mi zona de confort y me abrumaron las emociones. Este proceso fue intenso, pero también increíblemente liberador. ¡La vida me parecía tan hermosa!

Finalmente me atreví a “confesar”, a explicar lo que estaba haciendo y quién era. Encontré mi respuesta hace tres años, pero fue entonces cuando tuve el coraje de compartirla. Rompí tabúes familiares y sociales y comencé a brindar cuidados a otros.

¿Por qué este artículo?

Me gustaría agradecer a todas las personas que he conocido a lo largo del camino. Cada uno de ellos, sin excepción, me enseñó algo y me ayudó a crecer y evolucionar. Los intercambios que he tenido, las almas que he conocido y las historias que he escuchado me han permitido comprender mejor el funcionamiento del karma y la belleza de nuestro viaje espiritual.

Y como ya ha pasado casi un año (en el momento en que escribí este artículo) desde que me reconecté plenamente con mi identidad, quiero animarte, a través de mi testimonio, a que tú también te encuentres. No importan los obstáculos ni los miedos, tu esencia vale la pena descubrirla y revelarla al mundo. Tómate el tiempo para explorar tus propias lecciones kármicas y transformar tu vida en armonía con tu verdad más profunda.

¡Gracias por leerme y que tengas un gran descubrimiento!

Angelical